Educación: TODO O NADA

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Y poco más se puede decir tras estas palabras tan admirables que nos hacen reflexionar una vez más sobre la importancia de la educación. 

Recuerdo que a los 14 años cuando nos explicaron a mis compañeros de clase y a mí que cada gobierno tenía la posibilidad y autoridad de alterar, reformar y cambiar totalmente el sistema educativo durante el periodo de mandato  me pareció horroroso.  Tienen, como decía Mandela, ‘el arma más poderosa’. Volví ese día a casa y le pregunté a mi madre si eso era cierto, si los modelos educativos pueden ser tan variables e inverosímiles, y como siempre me respondió con una de sus astutas preguntas: ¿Qué es más fácil: gobernar un país que piensa y cuestiona o uno que no?

Creo que a estas alturas de nuestra historia como seres humanos deberíamos separar la educación de la política y formarnos en dos cuestiones básicas: conocimiento del mundo en que vivimos y la habilidad para comunicar nuestras ideas. Al fin y al cabo nuestras decisiones están basadas en nuestro entorno y la manera de expresamos en palabras va a impactar  en mayor o menor medida en todo lo que hacemos.

Tenemos la suerte de vivir en una era en la cual la información está al alcance de todos. Por si eso fuera poco, con las nuevas tecnologías (e-mail, Facebook, Twitter, etc.) podemos contactar con gente que en otros momentos de la historia hubiesen sido inalcanzables: filósofos, científicos, gurus, íconos, pensadores, etc.  Estamos todos interconectados, y la mejor parte es que podemos aprender unos de los otros. ¿Cómo?  Leyendo blogs, artículos online o fórums, viendo videos en youtube, vimeo, asistiendo  a conferencias on-line como TED o MOOC,compartiendo lo que hemos visto con nuestros contactos en Facebook, LinkedIn o F2F en networkings o tomando un café en el Espacio Pático.

La segunda cuestión es que nos gusta que nos escuchen. Por experiencia y por psicología básica todos los seres humanos tenemos algo que comunicar,  mucho o poco pero algo. Comunicarnos es una característica básica con la que nacemos y que desarrollada a nuestro favor, podría abrirnos un sinfín de puertas. ¿Cuántas veces hemos escuchado: no es lo que digas, sino cómo lo digas? Me gustaría que nos enseñaran a saber expresar exactamente lo que queremos decir. Creo que así evitaríamos muchos malos entendidos. Sólo una  sesión cuando somos niños o adolescentes sobre cómo comunicarnos bastaría para mejorar nuestras relaciones tanto laborales como personales. Por escrito, oral, en inglés, alemán, online, por carta sea como sea necesitamos que nos enseñen a expresar nuestras ideas claramente. Es una herramienta imprescindible.

Porque la educación siempre va a ser un tema de debate y podríamos escribir eternamente sobre ella, quiero terminar una frase de  Derek Bok que dice:

‘If you think education is expensive, try ignorance’